Cultivar cúrcuma en maceta

Cultivar cúrcuma en maceta

Si te gusta la cocina seguro que debes haber oído hablar de la cúrcuma. Esta especia tan habitual en los platos asiáticos ha tomado gran importancia y es considerada actualmente como un superalimento con grandes beneficios para la salud. Su cultivo es fácil y se puede hacer incluso en una maceta. Es lo que queremos mostrar a continuación.

Aunque autóctona de la India la cúrcuma, Curcuma longa, se cultiva actualmente en muchas zonas tropicales y subtropicales de todo el planeta. El polvo que todos conocemos se obtiene a partir de los rizomas de la planta. Necesitaremos pues uno o varios de estos rizomas frescos para iniciar nuestro cultivo. En tiendas de alimentos ecológicos o en tiendas online es fácil encontrar cúrcuma fresca.

Como se trata de una planta que fácilmente puede superar el metro de altura necesitaremos un contenedor grande. Una maceta de unos 30 cm de diámetro y una profundidad similar nos servirá perfectamente para el cultivo de la cúrcuma. En cada maceta plantaremos 1 o 2 rizomas de cúrcuma. La temperatura ambiente debe rondar como mínimo los 12ºC para iniciar su cultivo. La primavera y el verano son las mejores estaciones para su cultivo si vivimos en un lugar de clima templado o frío, en climas más cálidos puede cultivarse durante todo el año. Llenaremos nuestra maceta con sustrato rico en materia orgánica y que drene bien. Cortaremos el rizoma o los rizomas en trozos pequeños. Cada trozo debe tener al menos 2-3 yemas. Enterraremos los rizomas a unos 5 cm de profundidad y con las yemas apuntando hacia arriba. Acto seguido regaremos bien.

 

Colocaremos la maceta en un lugar luminoso y resguardado de las corrientes de aire. No debe recibir sol directo, sobre todo en las horas de mayor insolación. Durante toda la época de crecimiento hay que mantener un grado bastante alto de humedad con riegos frecuentes e incluso pulverizando agua. La temperatura ideal para el cultivo de la cúrcuma es de entre 20 y 35ºC. Con temperaturas por debajo de los 10ºC la planta sufre. Si vivimos en un lugar de clima templado meteremos la planta en casa durante el invierno garantizándole una temperatura de unos 18ºC.

A partir del otoño hay que reducir el riego y cuando la planta se marchite cortaremos toda la parte aérea y dejaremos los rizomas enterrados. En el caso que vivamos en una zona de inviernos muy fríos habrá que desenterrar los rizomas y guardarlos en lugar seco y fresco para que no se congelen. La araña roja y las enfermedades fúngicas, por exceso de humedad, son los problemas que pueden afectar a la planta aunque es muy resistente. Para consumir los rizomas hay que cocerlos y pelarlos. Después se dejan secar al sol y una vez bien secos se muelen. Obviamente también se pueden consumir en fresco como se hace con el jengibre. En la medicina tradicional de India y China se usa la cúrcuma como antioxidante y antiinflamatorio. Se usa también como antidepresivo, para prevenir la enfermedad de Alzheimer y en diferentes tipos de cáncer. Los brotes tiernos y las flores se usan en la cocina tailandes. Las hojas se usan también en Indonesia para dar sabor a los pescados.

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