Cultivar un buen semillero es casi como criar unos buenos hijos, requiere amor, atención y mucha paciencia y no estará de más añadirle unas gotas de buen humor para que todo salga bien. Hemos recopilado aquí los 8 problemas más comunes que te pueden ocurri cuando preparas un semillero.
1.- Que las semillas no germinen.
Esto puede ocurrir por diversas causas:
- Por no ser la temperatura adecauda ya sea por exceso o por defecto
- Por haber sembrado las semillas a profundidad incorrecta
- Por no mantener el grado correcto de humedad
- Por no haber guardado las semillas correctamente o ser demasiado viejas
- Por sufrir marchitamiento fúngico
- Por falta o exceso de luz, algunas semillas necesitan luz para germinar y otras no
2.- Las plántulas comienzan a decaer a poco de brotar.
Puede ser también por diversas causas:
- Que el suelo no estuviera esterilizado
- Los contenedores usados estuvieran sucios
- La separación entre semillas no fuera la correcta
- Por una pobre circulación de aire
- Por exceso de humedad
- Por estrés debido a temperatura y/o luz inadecuada
3.- Las hojas se curvan hacia abajo.
Suele deberse a dos causas:
- Exceso de luz
- Sobrefertilización.
4.- Crecimiento atrofiado.
También suele deberse a dos motivos:
- Suelo pobre
- Temperaturas demasiado bajas
5.- Crecimiento excesivamente alargado o ahilamiento.
Puede ser por:
- Falta de luz
- Hacinamiento
- Exceso de fertilizante
- Temperaturas demasiado altas
- Riego excesivo
6.- Las hojas están pálidas o decoloradas.
Suele ocurrir por:
- Iluminación insuficiente
- Quemaduras producidas por fertilizantes
- Riego excesivo
- Falta de nutrientes (nitrógeno y/o fósforo)
7.- Raíces poco desarrolladas.
Puede pasar por:
- Mal drenaje
- Suelo muy pobre
- Acumulación de sales por exceso de fertilización
- Temperaturas demasiado bajas
- Suelo compactado con falta de aire
8.- Aparición de musgo o moho.
Ocurre cuando hay:
- Falta de circulación de aire
- Exceso de humedad
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