Debido a su alto valor nutricional, las legumbres como los garbanzos y las lentejas, son bien valorados, especialmente en el caso de dietas vegetarianas por su gran aporte de proteínas de origen vegetal. Son bajas en grasas, libres de colesterol y gluten y ricas en minerales, vitaminas, hierro, proteínas, fibra, folato y potasio.
Pero quizás nunca se te ocurrió pensar que los beneficios de las legumbres también alcanzan el ambiente y no solo eso sino que, según la FAO, las legumbres son realmente unas superheroínas: pueden ayudar a combatir el cambio climático, el hambre y la obesidad en América Latina y el Caribe.
¿Cómo es esto?
El cultivo de legumbres evita el uso de fertilizantes químicos
Las legumbres son capaces de fijar el nitrógeno del aire y convertirlo en amoníaco. Esto enriquece los suelos, sin que haga falta agregar el nitrógeno de manera sintética. Del mismo modo, algunas variedades también pueden liberar fósforo, como otro agregado nutricional.
Mejora los suelos
Por aumentar la actividad orgánica y microbiana, los cultivos de legumbres favorecen la biodiversidad de los suelos, volviendo a la tierra más sana y fértil.
Favorecen la diversificación de ingresos de los productores del campo
Ya que al alternar sus cultivos con legumbres, reponen el nitrógeno de la tierra, mejorando la sostenibilidad de la producción.
Resisten las sequías
Sus semillas se adaptan mejor a climas extremos, una situación que se repite con frecuencia en muchos lugares del mundo debido al avance de la desertificación.
Favorecen la reducción del consumo de carne
Consumir legumbres implica aportarle a la dieta un alto contenido proteico (tienen el doble de proteínas que el maíz y el triple que el arroz), y con eso se favorece la reducción del consumo de carne, y junto con él, de las emisiones de metano que produce el ganado, uno de los gases que hacen al efecto invernadero.
Requiere poca cantidad de agua
Para producirlas, necesitan poca cantidad de agua. Por ejemplo, para producir un kilo de lentejas se usan 50 litros de agua, una cantidad mucho menor de la que se necesita para producir el mismo peso en carne.
Son económicas
Además de ser económicas, pueden conservarse por largo tiempo sin perder sus cualidades nutricionales.
Son versátiles
Con ellas pueden prepararse muchas comidas deliciosas.
¿Qué estás esperando para comenzar a incorporarlas a tu dieta?
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