En muchos viveros podemos encontrarnos esta forma de venta de árboles, a raíz desnuda. Para su plantación hay que ser cuidadosos, pues es más fácil que las raíces resulten dañadas en el proceso que con otras presentaciones.
Para plantar un árbol de este tipo es una condición indispensable hacerlo en invierno o a finales de otoño cuando no tengan hojas. También debemos eliminar las raíces que estén podridas o estropeadas.
Deberemos cavar un hoyo muy grande, cuanto más mejor, y enterrar un tutor en él para atar al árbol a él y que no se caiga mientras las raíces se agarran al suelo. Con la tierra que hemos sacado haremos una mezcla con abono orgánico y llenaremos en hoyo con ello.
Mete el árbol dentro del hoyo de forma que la separación entre las raíces y el tronco (cuello) quede a ras de suelo, no enterrado, ve echando tierra y asentándola con el pie o con el mango de la azada para que no queden bolsas de aíre entre las raíces y la tierra.
Por último crea un surco a su alrededor para que el agua de riego quede acumulada en él y haz un riego copioso, durante el primer año cuidaremos darle todo el agua que sea necesaria.
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