Hace muy poco hemos oído hablar sobre los rumores del arroz con plástico; y ahora le llegó al turno a la sal marina.
Tan conocida por sus beneficios para la salud, la sal marina es aquella que se obtiene a través de la evaporación del agua del mar que se mueve ondularmente desde hace millones y millones de años, desgastando todos los minerales, y piedras que existen en el planeta.
Pero a estos beneficios naturales se les enfrenta una realidad creada únicamente por el hombre: la contaminación de plásticos. De 8 a 20 millones de toneladas métricas de plásticos llegan a los océanos del mundo, y, según United Nation Development Programme, alrededor del 80% de la contaminación que llega hacia estas aguas es terrestre.
Por eso, existen preocupaciones sobre la posible transferencia de contaminantes del agua a la sal marina después del proceso de cristalización.
Un grupo de investigadores de Malasia publicó en la Revista Nature un estudio donde encontró pequeñas partículas de plástico en sales comerciales que son consumidas en todo el mundo.
¿Por qué micropartículas? Porque como el plástico puede existir más de 500 años en el ambiente, y los organismos encargados de los procesos de degradación natural no lo reconocen, se termina descomponiendo por efecto de la luz del sol que fragmenta el plástico en piezas pequeñas.
El estudio
Los científicos analizaron 17 marcas de 8 países diferentes. Extrajeron sus partículas y encontraron micro plástico en todas ellas, excepto en una.
De las 72 partículas extraídas, el 41,6% eran polímeros plásticos; siendo los más comunes polipropileno (40,0%) y polietileno (33,3%).
Según explicaron, el bajo nivel de ingestión de estas partículas no implicaría riesgos significativos para la salud, pero es una alerta para estar atentos, ya que la misma suerte podrían correr otros alimentos con esta proveniencia como las algas y el pescado.
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