Uno de los cultivos más atractivos y desafiantes es el bonsái, porque representa un reto entre la naturaleza y el hombre que intenta moldearla a su antojo. Y efectivamente lo logra en el caso del bonsái, empleando técnicas de poda, pinzado, alambrado, trasplante, etc., mediante las cuales se logra darle el tamaño y aspecto deseado.
El uso de semillas para la creación de un bonsái nos permite controlar todo el desarrollo del árbol, aunque para ello debamos esperar más tiempo, ya que tomará al menos tres años el lograr un arbolito para comenzar el modelado.
Para esta modalidad es necesario conseguir las semillas, que puedes comprar en una tienda o puedes obtenerlas de la naturaleza, eligiendo especies de tu entorno, que puede resultar la mejor opción porque son árboles adaptados al clima local y seguramente más resistentes que otras especies más exóticas que pudieras adquirir en una tienda. Debemos aclarar que no existen semillas de bonsáis, sino que se trabaja con árboles comunes que se transforman mediante diversas técnicas.
Si usas semillas locales, la mejor época para sembrarlas es el otoño. Pero si empleas semillas exóticas, seguramente debas emplear la estratificación para simular el clima de origen de la planta. Aunque suene complicado, este proceso normalmente implica solo mantener las semillas en el refrigerador por un período antes de plantarlas. Para evitarte complicaciones, te recomendamos elegir semillas autóctonas.
Consejos para el cultivo de bonsái por semillas
Para sembrar las semillas utiliza un recipiente de 15 centímetros de profundidad con orificios de drenaje, cubriendo una cuarta parte del recipiente con una mezcla por partes iguales de grava y akadama (arcilla para bonsáis). Sobre esta capa añade otra conformada por una mezcla con una parte de akadama, media de grava fina y media de compost para macetas. Esta mezcla debe ocupar el recipiente hasta tres centímetros del borde.
Coloca ahora las semillas separadas entre sí, de 2 a 5 centímetros. Cubre las semillas con más mezcla de akadama, grava y compost. Puedes regar las semillas utilizando un pulverizador para no remover la tierra.
Debes colocar el semillero en un lugar algo soleado y mantenerlo apenas húmedo. Al llegar la primavera, las semillas germinarán. Durante el verano puedes utilizar algo de fertilizante. Luego de transcurrido el primer año, puedes trasplantar la plántula a una maceta de mayor tamaño. Tomará cerca de tres años de crecimiento libre, que la planta esté lista para su primer modelado. Para bonsáis con tronco curvado, se puede realizar un alambrado primario al segundo año de crecimiento.
FUENTE:
https://www.quejardineria.com
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