En algunos países de Latinoamérica, como Uruguay, Argentina y algunas regiones de Brasil, Bolivia y Paraguay, el mate es una bebida muy popular. Se prepara con yerba y agua caliente, y se toma a través de una bombilla que hace las veces de filtro. El resultado es una infusión que puede o no acompañarse con alguna comida. Más allá de todo, el mate es un ritual, ya que se bebe y se comparte entre varias personas, y es por esto también que se ha convertido para muchos en un hábito ineludible.
Pero hace muy poco se volvió viral un video que un hombre llamado Eugenio Maldonado compartió en Facebook donde muestra cómo cuela la yerba y descarta el polvillo que, al pesarlo, representa más de la mitad del contenido de un paquete recién comprado.
A partir de ahí, nuevamente se disparó el debate acerca del consumo del mate, y, en especial, acerca de cómo puede la yerba afectar a la salud.
Algunos conocedores señalan que el polvillo es un componente fundamental de la yerba que le brinda espumosidad al mate, pero que hay que diferenciar entre aquel que proviene de la hoja molida y el que es resultado de la manipulación de la molienda en general. Este último sí sería un componente que disminuiría la calidad de la yerba.
Por otro lado, en sí misma la yerba mate no hace mal a la salud. Que lo haga tiene que ver con su calidad de la yerba, el modo en que se procesa y la manera en que se toma (la temperatura excesiva del agua, la falta de higiene de los recipientes, agregarle mucha azúcar, etc).
Algunos nutricionistas, además, desaconsejan su consumo en personas con problemas hepáticos o estomacales.
¿Cuáles son las ventajas de una yerba orgánica en comparación con una "industrial"?
- Desde su plantación hasta su procesamiento, no tiene contacto con insecticidas, plaguicidas o agrotóxicos, muy comunes en el desmalezamiento de los yerbales.
- No está expuesta a métodos o agregados artificiales.
- Reduce la acidez.
- Intensifica su gusto.
- Tienen un tiempo de estacionamiento adecuado y natural.
- No es producto del trabajo esclavo, ya que muchos tareferos (que son quienes cortan manualmente las hojas de yerba) trabajan en condiciones laborales infrahumanas.
Sin embargo, en muchos lugares conseguir productos orgánicos no se vuelve tan sencillo, ya que el modo de producción hace que su volumen no sea masivo, y además su costo suele ser más elevado.
Si tienes problemas estomacales o intestinales, puedes probar cambiando tu yerba por una orgánica que consigas en una tienda local naturista, y también sumándole además algunas hierbas medicinales como la manzanilla o el poleo. Pero en todos los casos, procura limitar su consumo y dejarlo para un momento del día en que puedas disfrutarlo tranquilo y sin apuros.
fuente: La Bioguia
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