Cada año, en el mundo se desperdician aproximadamente 1.300 millones de toneladas de comida, es decir, un tercio de lo que se produce para el consumo humano, según un estudio encargado a la FAO.
Ese dato alarmante nos hace pensar que debemos buscar soluciones alternativas para frenar esa situación. Una de ellas es la agricultura urbana, es decir, producir los alimentos que consumimos en el hogar de manera sustentable y responsable.
Geoff Lawton, un permaculturista anglo-australiano, y su alumno, el estudiante Angelo Eliade, dedican parte de su vida a promover la siembra urbana en espacios pequeños y a pensar soluciones para hacerlo de manera fácil y productiva al alcance de toda la población.
Cada año, en el mundo se desperdician aproximadamente 1.300 millones de toneladas de comida, es decir, un tercio de lo que se produce para el consumo humano, según un estudio encargado a la FAO.
Ese dato alarmante nos hace pensar que debemos buscar soluciones alternativas para frenar esa situación. Una de ellas es la agricultura urbana, es decir, producir los alimentos que consumimos en el hogar de manera sustentable y responsable.
Geoff Lawton, un permaculturista anglo-australiano, y su alumno, el estudiante Angelo Eliade, dedican parte de su vida a promover la siembra urbana en espacios pequeños y a pensar soluciones para hacerlo de manera fácil y productiva al alcance de toda la población.
Consejos prácticos para producir kilos de comida en un jardín pequeño
Para comenzar a plantar, no es necesario ser un experto, pero Lawton y Eliade tienen algunos consejos para que los principiantes logren producir 250 kilogramos de comida en 60 metros cuadrados al igual que ellos:
Huerta de Angelo Eliade
- Informarse sobre el tema, especialmente sobre las relaciones que existen entre las diferentes especies y el suelo. Lawton y Eliade insisten en que lo más importante para que la huerta de frutos es el interés y las ganas de aprender a hacerlo.
- Mantener la diversidad de los cultivos. Por más pequeño que sea el espacio, muchas especies pueden crecer juntas, pero es necesario conocer sus características y planificar la siembra de la forma más eficiente para cada una.
- Utilizar los residuos como abono orgánico, sin desechar nunca nada. El secreto de la huerta es aprovechar los restos de unas especies para que brinden nutrientes a otras y mantengan el suelo saludable.
- Capturar agua de lluvia desde el techo y utilizarla para el sistema de riego.
Una de las diferencias entre tener un jardín común y comenzar una huerta urbana, es que estos cultivos permiten que la naturaleza tome el control del medio ambiente por sí misma, beneficiando a la biodiversidad local. Es importante que todos tomemos conciencia y comencemos a tomar actitudes eco-amigables que beneficien al planeta, a la naturaleza y a todos sus habitantes.
Anímate y comienza hoy a producir tus propios alimentos, ¡saludables y sustentables!
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