En los últimos años, las colonias de abejas han desaparecido en cifras alarmantes, y las agencias ambientales y de salud pública se han esforzado por descubrir las causas subyacentes y poner en práctica políticas para invertir el fenómeno, que se ha conocido como problema de colapso de las colonias (colony collapse disorder, CCD). ¿Pueden los cultivadores de cannabis ayudar a resolver el problema?
¿Atraen las plantas de cannabis a las abejas?
En general, las abejas se sienten atraídos por las flores que son buenas productoras tanto de néctar, como de polen, y rechazan las flores que no son lo bastante gratificantes. A su vez, las flores que dependen de los insectos para su polinización han evolucionado, en general, para producir suficiente néctar con el fin de atraer a las abejas y otros insectos polinizadores. Las abejas no son atraídas por el cannabis en tiempos normales, ya que es una planta de polinización eólica y, por tanto, no necesita néctar para atraer a los insectos polinizadores.
Pero en tiempos de “escasez de flores”, cuando se produce una falta de flores productoras de néctar, las flores de cannabis pueden convertirse en una importante fuente de polen. Las abejas necesitan el polen para producir jalea real, y también recogen proteínas, vitaminas y minerales, enormemente importantes, de la misma.
En un estudio realizado en el Punjab, India, y publicado en 2012, se demostró que, durante un período de escasez de flores (en Punjab ocurre en mayo y junio), las abejas de miel (Apis mellifera) recurrieron a las abundantes plantas de cannabis macho que crecen silvestres en la región como un fuente de polen. Como las flores de cannabis no producen néctar, las abejas que se observaron alimentándose de las plantas estaban especializadas sólo en recolectar polen. Además, se observó que las abejas se alimentaban de flores masculinas solamente por las mañanas y las tardes, y se ausentaban en otros momentos.
Esto se debe al hecho de que la dehiscencia de las anteras, el proceso por el cual los órganos reproductores masculinos se separan para liberar polen, se produce durante estos momentos. Por lo tanto, las abejas son atraídas por las plantas de cannabis, pero sólo por los machos, y solamente durante los períodos de escasez de flores y durante los períodos de máxima producción de polen.
¿Qué es el problema de colapso de las colonias?
El fenómeno del problema del colapso de las colonias se caracteriza porque la mayoría de las abejas obreras maduras abandonan la colmena, dejando atrás a la reina y a su prole inmadura, junto con una gran cantidad de comida y algunas abejas nodrizas para cuidar de ellas. El hecho de que las obreras abandonen la colmena es clave en casos de CCD, pero no se observa una acumulación de abejas muertas o moribundas alrededor de la colmena.
Este fenómeno extraño, e intrigante, se ha producido en otras ocasiones a lo largo de la historia, y se ha conocido por diferentes nombres, como “trastorno de colapso de las colonias” o “síndrome de despoblación de colmenas”. En Irlanda, en 950 EC, se registró “una gran mortandad de abejas”, y ocurrió de nuevo en 992 y 1443. Sin embargo, parece que la frecuencia y gravedad de estos colapsos ha ido en aumento durante el siglo pasado, y mientras que los colapsos anteriores ocurrirían de forma relativamente aislada, actualmente, la pérdidas estacionales de abejas son, significativamente, más elevadas de lo esperado cada año. En 2007, algunos apicultores estadounidenses experimentaron entre un 80-100% de pérdidas, cuando las pérdidas consideradas “normales” se encuentran alrededor del 10%.
El CCD se ha atribuido a una variedad de factores, entre los que se incluyen las infecciones virales o parasitarias, los productos químicos utilizados en la colmena para el tratamiento de las abejas, los cultivos genéticamente modificados, los monocultivos, la reducción general de la biodiversidad vegetal, el estrés nutricional y el uso de plaguicidas. Aunque no se ha demostrado que ningún de estos factores sea responsable (y no se cree que algunos, como los cultivos transgénicos, contribuyan en gran medida, ya que las áreas con este tipo de cultivos a gran escala no están correlacionados con altos niveles de CCD), es probable que sea una combinación de factores la que contribuya a la mala salud general de las colonias de abejas en todo el mundo.
Período de escasez floral y el CCD
Durante los períodos de escasez de flores, los apicultores comerciales suelen complementar la dieta de sus abejas con un jarabe de maíz con alto contenido en fructosa o con un jarabe de azúcar con proteína añadida. Curiosamente, la investigación ha demostrado que las abejas alimentadas con un sencillo jarabe de azúcar, hecho de sacarosa, producen más crías en primavera que las abejas alimentadas con fructosa. Además, la proteína suplementaria elevó el número de crías pero no proporcionó a las jóvenes una nutrición completa.
Por lo tanto, los apicultores deben complementar la dieta de sus abejas con jarabe de azúcar hecho de sacarosa durante los períodos de escasez florales, y deben suministrar una fuente de proteínas, nutricionalmente más completa, que la proporcionada por los suplementos. El polen del cannabis o del cáñamo, o especies similares que florecen en los momentos adecuados, sería una forma ideal de proporcionar a las abejas el perfil completo de aminoácidos necesarios para la síntesis de proteínas, junto con una mezcla saludable de vitaminas y minerales.
Las plantas de cannabis macho producen polen que puede suministrar alimento vital para las abejas en periodos de escasez floral.
El uso de pesticidas y el CCD
El papel de los plaguicidas en el CCD es polémico y está sumido en la confusión política. Hay argumentos a favor, que defienden que juegan un papel importante, pero también hay convincentes argumentos en contra, que sugieren que otros factores, aún no conocidos, también entran en juego, y que el papel de los plaguicidas es, como mucho, complementario. Los neonicotinoides, por ejemplo, una clase de pesticidas que suele relacionarse con el CCD se utilizan tan ampliamente en Australia como en otros lugares, pero Australia no ha experimentado ninguna disminución significativa en el número de abejas de miel.
Sin embargo, las abejas australianas han adquirido, tradicionalmente, su polen de fuentes vegetales naturales, sin pulverizar, en lugar de los cultivos comerciales. Como la apicultura en Australia pasa de la producción de miel a la polinización de los monocultivos comerciales, tales como las almendras (ya una práctica común en los EE.UU.), las abejas estarán sometidas no sólo al estrés nutricional causado por la alimentación prolongada de una sola fuente de alimento, sino también a mayores niveles de productos químicos agrícolas, incluidos los neonicotinoides.
También hay pruebas abundantes que sugieren que varias clases de pesticidas y fungicidas (incluyendo pero no limitado a los neonicotinoides), que se utilizan actualmente en combinación, pueden tener una serie de efectos sub-letales (daño en las células) en las abejas, entre las que se incluye la alimentación y el comportamiento reproductivo. Además, incluso el aceite de neem, un pesticida orgánico usado comúnmente, ha sido implicado recientemente como un potencial contribuyente al CCD.
El aceite de neem y el colapso de las colonias de abejorros
El compuesto activo del aceite de neem, la zadiractina, es un plaguicida de fundamental importancia en la agricultura ecológica, y ataca, de forma selectiva, diversas plagas que no pueden controlarse de otra manera. Sin embargo, un estudio reciente concluyó que los abejorros machos se vieron afectados negativamente, “incluso en concentraciones 50 veces más bajas que los niveles recomendados y utilizados por los agricultores”.
En los niveles recomendados, no eclosionó ningún macho en las colonias de laboratorio. En niveles 50 veces menores, los pocos machos que eclosionaron se deformaron.
La investigaciones anteriores han indicado que el aceite de neem es generalmente seguro para las abejas pero, no obstante, los abejorros son polinizadores muy importantes de cultivos y flores silvestres. Además, el uso de cualquier sustancia que amenace la biodiversidad debe evitarse a toda costa, ya que la pérdida continua de especies vegetales y animales en todo el planeta ya se considera como una sexta extinción masiva de la Tierra. Amenazar la existencia de especies polinizadoras, de las que dependemos, por su propia naturaleza, para la supervivencia de diferentes especies de plantas, resulta particularmente imprudente.
Aunque se suele creer que el aceite de neem es inofencivo para los abejorros, hace poco se ha demostrado que resulta letal.
Asegúrate de que tu cannabis es apto para las abejas
Como hemos visto, durante el período de escasez de flores, las abejas pueden sentirse atraídas por las plantas de cannabis. Aunque son mucho más propensas a dirigirse a las plantas macho, también pueden visitar las hembras, debido al aroma parecido. Sin embargo, las plantas de cannabis macho solamente pueden actuar como una fuente de alimento para las abejas. Por lo tanto, los cultivadores que tienen plantas macho al aire libre (o cultivadores de cáñamo, que suelen cultivar plantas macho) pueden estar proporcionando un servicio inestimable a las poblaciones de abejas locales durante los períodos de escasez floral.
Los pesticidas utilizados en el cannabis, incluso los pesticidas orgánicos, tales como el neem, pueden contribuir al CCD de abejas y de abejorros. Por lo tanto, siempre que sea posible las plantas de exterior, ya sean macho o hembra, deberían tratarse con métodos no químicos de control de insectos. Todos los insectos beneficiosos, nematodos, enzimas y demás, pueden jugar un papel a la hora de mantener las plantas libres de plagas sin la necesidad de recurrir a aerosoles químicos, ni siquiera a los que tienen credenciales orgánicas.
Los cultivadores de cannabis no pueden hacer nada sobre los principales factores que contribuyen al CCD, que probablemente que estén relacionados con los monocultivos agrícolas a gran escala polinizados por insectos, junto con la fragmentación del hábitat, la pérdida de biodiversidad y el aumento del uso de productos químicos que conlleva tal sistema. Sin embargo, como comunidad podemos asegurarnos de que hacemos todo lo que podemos para garantizar que nuestra contribución al CCD es mínima o inexistente, y mediante el cultivo de plantas de cáñamo o cannabis macho en exterior, incluso podemos ayudar a aliviar el problema hasta cierto punto.
Fuente: https://www.lamarihuana.com
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