Breve reseña histórica
Son los egipcios los primeros en darse cuenta de la importancia de las lombrices para la fertilidad natural del suelo. Fue Cleopatra la que le concedió el título de animal sagrado, imponiendo serios castigos a quienes las dañaban.
Asimismo Aristóteles las bautizó como “los intestinos de la tierra”, acertada descripción ésta, ya que muchos siglos después se demostraría que en los intestinos de las lombrices se procesan enormes cantidades de restos orgánicos.
Los romanos también mostraron interés por ellas, pero sería en el siglo XIX, cuando se determinaría su verdadera función en el ecosistema (De Sanzo y Ravera, 1999). Charles Darwin pasó 40 años investigando acerca de las lombrices, escribiendo el que fuera su último libro titulado “La obtención de la tierra vegetal por acción de las lombrices”.
¿Qué es el humus de lombriz?
El humus de lombriz es, en realidad, las deyecciones de un anélido invertebrado, de los que se conocen muchas especies pero que solo dos o tres se han adaptado a las prácticas de lombricultura. En concreto la “Eisenia foetida” o lombriz roja de California, es la más utilizada, que aunque es originaria del Cáucaso, se la conoce por este nombre gracias a Thomas Barret, un californiano que empezó su cultivo en los años veinte de forma experimental.
Hermafrodita insuficiente (necesita de otro miembro de su especie para aparearse), con cinco corazones y seis pares de riñones, este animal impresionante es capaz de ingerir su propio peso diario de diversos materiales. No contrae ni transmite enfermedades.
Estas deyecciones son un verdadero milagro para la tierra. Millones de colonias de microorganismos beneficiosos por gramo hacen del humus de lombriz un material extraordinario para afianzar y devolver la vida a los suelos.
Aunque las proporciones de nutrientes no son muy elevadas, sin embargo su ph neutro, buenas cantidades de ácidos húmicos y fúlvicos, su enorme capacidad de intercambio catiónico (CIC 150 a 300 meq/100 gr.) de ahí su gran capacidad de retener nutrientes y agua (hasta 1500 cc. /kg.), convierten al humus de lombriz como en un extraordinario fertilizante natural.
Beneficios del humus de lombriz
Ya hemos citado algunos de los beneficios del humus de lombriz y son innumerables pero diremos de forma general que sus beneficios se muestran a varios niveles:
Nivel físico
- Mejora la aireación y capacidad de retención de agua y nutrientes.
- Mejora la capacidad de germinación de las semillas.
- Reduce la erosión del suelo.
- Mejora el manejo del suelo.
Nivel químico
- Enriquece el suelo de sustancias orgánicas y minerales esenciales.
- Promueve la asimilación de los nutrientes transformándolos en formas asimilables.
- Conserva y eleva el contenido orgánico de los suelos.
Nivel biológico:
- Incorporado en el transplante, reduce el “shock” postransplante.
- Favorece la formación de micorrizas.
- Aumenta la flora microbiana beneficiosa.
- Aumenta la resistencia de las plantas a plagas y enfermedades.
Usos y dosis
No hay ningún cultivo agrícola en el que la utilización del humus de lombriz esté contraindicada. La sobredosificación es, en la práctica, imposible. Serían muchos los parámetros a tener en cuenta para una recomendación en cuanto a las dosis de uso. Pero a modo orientativo podríamos recomendar estas cantidades:
- Frutales de hueso y pepita. Adultos: de 3 a 6 Kg. por árbol. Nueva plantación: 1 a 2 Kg.
- Césped y praderas. Plantación: 3 a 5 kg. /m2. Mantenimiento: 200 a 400 gr. al año, repartido en 2 veces.
- Hortícolas. En función de las variedades (las solanáceas en general son más exigentes), a toda tierra 1 kg. /m2 aproximadamente. Localizado en hileras, 1 a tres kg. /m. lineal. También es recomendable a la hora de la plantación, colocar un puñado alrededor del cepellón
- Flores y ornamentales. Rosales, claveles, geranios, etc. a razón de 400 a 500 gr. /m2.
Estas recomendaciones son de carácter general, aumentando o disminuyendo las cantidades en función de la riqueza del suelo, estado nutricional de las plantas, periodo vegetativo, etc. En cualquier caso, todos los preparados comerciales de humus de lombriz llevan las recomendaciones de uso y dosis orientativas en el etiquetado.
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