El ordenamiento urbano de los últimos años nos sugiere separar los residuos. Y mientras la eficacia en términos de impacto ambiental de reciclar es bastante cuestionable, muchos también lo hacemos porque en esa separación le facilitamos el trabajo a muchas personas en situaciones de vulnerabilidad.
Para muchos, la no regulación de la separación de desechos domésticos es polémica; algunos creen que tendría que ser obligatoria, otros que habría que prohibir la recolección y separación informal en la vía pública.
De lo que nadie duda es que los residuos orgánicos son un problema con una solución muy simple, pero poco accesible. Se pudren, generan olor y líquidos que resultan, en gran parte, responsables del rechazo que tenemos por la basura en general. Por otro lado, pueden convertirse fácilmente en compost sin requerir de mayores recursos. Sin embargo, las composteras domésticas no se han popularizado.
Viví más Verde es un emprendimiento especializado en compostaje y huerta urbana, llevado a cabo por una ingeniera industrial y una comunicadora social. En 2013, su compostera doméstica ganó el Premio Innovar del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva. El diseño es minimalista y, mediante un sencillo sistema de rotación, permite hacer compost en cualquier lugar de la casa.
Los residuos orgánicos se introducen por una boca con tapa en la que también se introduce tierra. La compostera tiene forma de disco y se gira periódicamente para que el material se descomponga y se mezcle. En la parte de abajo, cuenta con un desagote y una base que recolecta los líquidos generados en el proceso. Las composteras son pequeñas y vienen en varios colores, para combinar con la casa y poder ponerlas en cualquier parte.
Se estima que en la actualidad el 40% de los desechos de los hogares son orgánicos. Éstos pueden retornar a la tierra en forma de humus y, de esta manera, contribuir a la reducción de la basura en los basureros, además de conseguir la reducción del consumo de abonos químicos. Es importante destacar que con el compostaje doméstico se emiten cinco veces menos gases de efecto invernadero que el compostaje industrial para tratar la misma cantidad de restos de cocina y jardín.
Las composteras cuestan $1200 (pesos argentinos) y se pueden comprar desde el sitio, donde también se puede consultar un mapa de tiendas y saber más del emprendimiento, que propone “una forma de vivir en la ciudad, una manera de participar en el cuidado de los recursos naturales e integrarlo como conducta en los hogares a través de productos de la vida cotidiana”.
Fuente: https://sustentator.com/blog-es/blog/2016/01/05/compostaje-circular-para-reducir-residuos/
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