El poleo puede tener usos saludables, pero en algunos casos está contraindicado su toma, como durante la gestación.
Precauciones al consumir poleo
El poleo menta se encuentra dentro del grupo de plantas del que no es conveniente abusar. La doctora Carmen Martínez comenta respecto a las plantas medicinales, “es importante conocer las propiedades de muchas plantas que nos pueden complementar tratamientos convencionales de enfermedades o incluso, en algunos casos, sustituir. Pero siempre hay que conocer los efectos de las plantas antes de utilizarlas porque pueden llegar a ser en dosis no adecuadas o en determinados estados de salud, muy dañinas para nuestro organismo”.
En concreto, Martínez dice sobre el poleo que “sus principios activos, en dosis superiores a las permitidas pueden resultar extremadamente tóxicos. Por ejemplo, su uso tiene efectos beneficiosos sobre el aparato respiratorio, digestivo y piel y, sin embargo, en dosis altas puede ser una planta abortiva y, por tanto, no está recomendado su uso durante períodos de gestación”, concluye. Tampoco es recomendable su toma durante la lactancia, ya que al tener principios activos hepatotóxicos que pueden traspasarse a la leche materna podría provocar efectos negativos en el bebé lactante.
Por último, las personas con obstrucción biliar deben evitar tomar poleo menta, ya que por su efecto colagogo/colerético podría agravar la obstrucción.
Propiedades del poleo
Como otras muchas plantas medicinales, las propiedades del poleo pueden aplicarse tanto para uso externo como para uso interno.
En lo que al uso interno se refiere, el poleo es conocido principalmente por sus propiedades beneficiosas para el aparato digestivo. Entre dichas propiedades destacan las siguientes:
- Carminativas: ayuda a expulsar el exceso de gases en el intestino.
- Estomacales: propiedades antiespasmódicas que ayudan a calmar el estómago.
- Coleréticas: estimula el hígado para que aumente la secreción de bilis. Aunque, al mismo tiempo, posee componentes que pueden dañar al hígado, por lo que se recomienda un consumo prudente.
- Afrodisíaco: para aumentar el deseo y la potencia sexual.
Por alto contenido en mentol, también se emplea en afecciones relacionadas con el aparato respiratorio. Por ejemplo, aumenta la capacidad de sudoración, por lo que en casos de gripe y del resfriado es bastante beneficioso, puesto que ayuda a bajar la fiebre que suele venir asociada a estos procesos. Al mismo tiempo, sirve para combatir el dolor por su contenido de salicílico, principio básico de la aspirina.
De igual forma, se trata de un expectorante que ayuda a disolver las mucosidades de los bronquios y facilita su expulsión. Por lo que es aconsejable su uso en el caso de bronquitis.
Sus propiedades anticoagulantes hacen que el poleo sea útil para combatir el mal de altura, debido a su capacidad para mejorar la circulación sanguínea. Precisamente, este hecho hace que se utilice también en casos demenstruaciones difíciles
Posee propiedades calmantes y ha dado resultados satisfactorios en el tratamiento de dolores de articulaciones producidos por enfermedades de carácter reumático, como la artritis reumatoide.
Uso externo del poleo
Quizá menos conocido pero no por ello menos eficaz. El poleo tiene propiedades astringentes y antibacterianas, por lo que aplicado sobre la piel se convierte en un remedio adecuado para las siguientes afecciones: picacuras de insectos, picores, heridas, infecciones vaginales o de la vulva, eccemas y hemorroides.
El poleo como antiinsectos
Como curiosidad, pueden destacarse otros usos del poleo. Quizá el más llamativo sea el de emplear esta planta como un repelente natural. Sirve para alejar los piojos, pulgas, moscas, mosquitos y garrapatas de perros y gatos.
De hecho, el uso del poleo como insecticida se remonta a la época de los romanos, los cuales quemaban esta planta porque tenían la creencia de que su humo alejaba a los insectos de las casas. En la actualidad, basta con restregar una rama de poleo menta sobre las piernas o brazos para que los insectos permanezcan alejados.
Pero no sólo se emplea con las personas, sino que también se recurre a dicha planta para evitar que las pulgas ataquen a los animales domésticos como son los perros o los gatos. La forma más eficaz es realizar un collar con ramas y hojas de dicha planta y ponérselo al animal o introducir algunas hojas en una bolsa de tela y colocarla en el collar que el perro o gato usen habitualmente.
Poleo, facilita la digestión
El poleo, poleo menta o menta poleo es de la familia de las Labiadas y su nombre botánico es Mentha pulegium L. Esta planta se cultiva en zonas húmedas, junto a los estanques, ríos y praderas.
La Guía de Fitoterapia y Medicina Tradicional Herbaria del doctor Américo Albornoz M. dice de ella que es una planta herbácea con un aroma fuerte y penetrante; de tallos ramosos más o menos pubescentes, de unos 30 hasta 50 cm de alto. Sus hojas son ciliadas en los bordes y presenta flores pedunculadas de corola blanca o lila claro, en penachos axilares.
Como remedios medicinales pueden emplearse tanto sus hojas como las flores. Las primeras se pueden recogerse durante todo el año, mientras que la recolección de las flores se debe realizar durante el verano o el otoño. Después de recogerlas, conviene buscar un lugar seco y a la sombra para secarlas y conservarlas en un recipiente hermético seco.
Variedades del poleo-menta
El género Mentha está constituido por numerosas especies muy similares y, por tanto, difíciles de clasificar. Por ello encontramos tantas variedades como son:
- Poleo americano.
- Menta piperita.
- Mentastro o hierbabuena de burro.
- Hierbabuena o menta verde.
- Menta de agua.
- Menta de caballo o menta silvestre.
Composición del poleo
Respecto a la composición química del poleo, en las hojas está presente un aceite esencial en porcentaje que oscila entre el 1 y 2%, compuesto principalmente por acetato de mentilo, mentol, l-limoneno, cineol, carvacrol, mentona, dipenteno. Además hay presencia de goma, resina y minerales.
De manera más detallada, sus componentes son:
- Ácidos: acético, butírico, fórmico, láurico, palmítico, salicílico y rosmarínico.
- Terpenos: Pineno, alfa-pineno, beta-pineno, beta-felandreno, cadineno, canfeno, isopulegona, limoneno, mentol, linalol, nerol, ocimeno, pulegona, sabineno, terpineol, timol y tuyona.
- Taninos.
- Carvacrol.
- Flavonoides: Hesperidina, diosmina.
- Fibra.
- Minerales: Aluminio, calcio, cobalto, fósforo, potasio, selenio, sodio y cinc.
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