Hay un gran número de semilleros pero seguro que éstos os sorprenderán como me han sorprendido a mí. Se trata de semilleros hechos con tierra con lo que nos aseguramos un perfecto trasplante de la planta pues las raíces no sufrirán en absoluto. Y qué deciros de lo económicos que resultan, la materia prima es gratuita y para los complementos podemos usar material que tengamos en nuestra caja de herramientas.
Éste es el aspecto que tendrán vuestros semilleros, dependiendo lógicamente del tipo de tierra que uséis. La ideal para este uso será cualquier tipo de tierra que cuente con una cierta proporción de arcilla para que los semilleros queden bien compactos y firmes, la tierra arenosa se deshará con facilidad y no es recomendable para este fin.
El material que necesitamos es el que se puede ver arriba, una hembrilla roscada de 3/8″, dos arandelas adecuadas, dos tuercas de 3/8″, un vaso plástico de los de sopa, fideos o cualquier producto lácteo y una bandeja plástica.
En cuanto a las herramientas necesarias, una sierra para metales, dos llaves inglesas o fijas, brocas y taladro.
Cortamos con la sierra el fondo de una lata metálica, doblamos el contorno con unos alicates para que no ofrezca resistencia al empujar el émbolo y para adecuarlo al molde que vamos a usar. A continuación hacemos un orificio en el centro.
Después cortamos otro círculo, puede ser por ejemplo el fondo del recipiente que vamos a usar como molde.
Colocamos una arandela en la hembrilla y a continuación los dos círculos que hemos cortado, otra arandela y dos tuercas que enroscaremos a ras de la hembrilla. Con las dos tuercas evitaremos por una parte que se puedan desenroscar y creamos un espacio suficiente para cultivar las semillas. Podemos crear diversos tamaños de émbolos cambiando el tamaño de la hembrilla roscada y así poder hacer semilleros para cultivar semillas de diferentes tamaños.
Preparamos la tierra que vayamos a necesitar, aproximadamente, la mojamos hasta que quede bien empapada y sea fácil trabajar con ella.
Insertamos el molde en la capa de tierra preparada, lo rellenamos si vemos que falta algo y colocamos el émbolo en la parte superior.
Apretamos fuerte sobre el émbolo para que la tierra se comprima bien.
Ahora sacamos el molde de la tierra y lo colocamos en la bandeja plástica.
Con suavidad deslizamos el molde con el émbolo hacia arriba y liberamos el semillero.
Ya tenemos nuestro primer semillero de tierra, repetimos la operación tantas veces como precisemos. Dejaremos un espacio como de medio centímetro entre los semilleros. En cuanto los tengamos listos podemos proceder a colocar las semillas en el orificio de cada semillero y cubrirlas con un poco de sustrato. Humedecemos ligeramente con una botella de agua con spray y tapamos la bandeja. Seguiremos humedeciendo una o dos veces al día los semilleros hasta que germinen las semillas. Entonces ya podremos dejar los semilleros sin tapar. Entre 2 y 4 semanas, dependiendo de las plantas, podremos trasplantar los semilleros a su lugar definitivo. Lo haremos con mucho cuidado y ayudándonos de una espátula para que no se nos rompa el semillero de tierra.
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