Así como en su caso, cuando los emprendedores inician sus proyectos, están convencidos de que su idea va a ser la más exitosa, y además, que tal éxito se conseguirá en un tiempo muy rápido. En la gran mayoría de los casos esto no es así y por ello es necesario evitar algunos errores que muchos emprendedores cometen cuando inician sus primeros pasos. Por tal motivo, Julio Andrés decidió escribir el libro 30 cosas sobre emprendimiento que nadie me enseñó en la universidad: Errores recurrentes durante los primeros años del emprendimiento y recomendaciones para evitarlos. En él, Julio Andrés nos comparte algunas cosas que le han funcionado y otras que no durante sus primeros 3 años como emprendedor. A continuación extraemos 5 de los 30 consejos:
1) Lo primero que me “echo al bolsillo”
Cuando se comienza una empresa, la angustia que se genera porque el dinero ahorrado va desapareciendo, lleva al emprendedor a adoptar una posición de vendedor compulsivo. Si bien el objetivo es vender, la estrategia para hacerlo no es necesariamente forzar a que el primer acercamiento se traduzca en una transacción inmediata. Uno de los principios en la vida del emprendedor sostenible, es lograr crear relaciones interpersonales que se mantengan en el tiempo. Un caso particular, con los futuros clientes o consumidores.
Tener en cuenta lo anterior, es reconocer que para vender se necesita ante todo, construir una relación de confianza con su audiencia. En palabras de Rozo, “es importante primero “echarse al bolsillo” a la persona, luego al cliente, y con el tiempo, la venta se había dado una y otra vez”.
El consejo: Invierta en construir relaciones de confianza y sea paciente al hacerlo porque ello aumentará la probabilidad de lograr no solo una, ¡sino muchas más!
2) El principal activo de un emprendedor
Varios asesores de emprendimiento suelen decir que los principales activos de un emprendedor son los contactos, los recursos financieros, los títulos académicos o el conocimiento. Si bien estos factores esenciales para emprender, a medida que pasaron los dos primeros años al frente de su empresa, Julio Andrés logró concluir que el más importante de todos es el estado de ánimo.
Es normal que un emprendedor se frustre debido a la lentitud con la que se dan las cosas, que sienta ira, se sienta defraudado o incomprendido. En la vida del emprendedor, cada día es una experiencia: “me cancelaron una reunión”, “me incumplieron una promesa de contrato”, “la persona que contraté me quedó mal”, etc. Todo esto no es más que una sopa de emociones.
También es normal sentir momentos en los que se quiere dejar de lado el emprendimiento y simplemente emplearse para minimizar la inestabilidad que supone ser emprendedor en los primeros años.
El consejo: Cuando uno se da cuenta que el éxito del emprendimiento se trata de gestionar las emociones, las cosas empiezan a fluir de una mejor manera. Por tal motivo, busque excusas para distraerse y rodearse de gente con buena energía cuando lleguen momentos de angustia.
3. El enfoque lo es todo
Por lo general, cuando se tiene la intención de comenzar un proyecto, llegan a la cabeza mil ideas sobre nuevas líneas de negocio. En el caso de Julio Andrés, luego de 7 meses revisó sus apuntes y tenía 34 diferentes líneas de negocio y se había dado cuenta que no había concretado ninguna de ellas. Tener mil ideas y no concretar alguna de ellas conlleva a perder tiempo, energía y recursos.
El consejo: Es necesario ser disciplinado y consecuente con un plan de trabajo. Es muy importante depurar, filtrar y empezar con una idea, concretarla, validarla y luego seguir con la otra. Cuando Julio Andrés empezó a hacer esto, empezó a ver resultados luego de 14 meses.
4. ¿Insistir, persistir y nunca desistir?
Es muy frecuentemente escuchar que todo emprendedor debe insistir, persistir y nunca desistir. La verdad es que a veces si aplica y a veces no. Hay ocasiones en los que el mercado no está listo o no quiere aceptar lo que ofrecemos, o en otras, en los que el marco institucional no lo permite.
El consejo: Cuando las señales del entorno son adversas, es mejor no insistir, no persistir, sino más bien, repensarse y reformular la estrategia.
5. Hay que saber cuándo ceder
En el emprendimiento es muy importante dar para luego poder recibir. En la vida del emprendedor muchos olvidan aplicar esta estrategia debido a la presión que significa el necesitar flujo de caja de manera inmediata. En el caso de Julio Andrés, habían situaciones en las que el daba asesorías o entrenamientos en sostenibilidad de manera gratuita si tenía la sensación de que la organización que las iba a recibir, se iba a enganchar y posteriormente comprarle paquetes de entrenamientos más grandes. Aunque hay que aceptar que a veces esta técnica funciona y a veces no, vale la pena intentarlo como estrategia de venta, pero también de posicionamiento de marca.
FUENTE: https://www.labioguia.com/notas/30-consejos-que-te-ayudaran-para-tener-un-proyecto-exitoso
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