Estrés en nuestras plantas

Al igual que las personas, las plantas sufren ante factores ambientales que no les resultan saludables, siendo los más frecuentes la falta y el exceso de agua. Esto produce estrés en la planta, lo que provoca marchitamiento.

 

 

El marchitamiento es también una respuesta normal a un calor extremo. Esta reacción fisiológica indica que la planta ha cerrado temporalmente sus poros para minimizar la pérdida de humedad.

 

 

Aquellas plántas recién trasplantadas y otras plantas que han sido trasladadas recientemente al aire libre, también se marchitan cuando sufren la primera exposición al sol y al viento. Sacarlas en primera instancia un tanto protegidas, en una ligera sombra y en un área protegida del viento es una buena idea.

 

Otras veces se manifiestan ciertas áreas de blanqueado en el follaje de los trasplantes; esto es frecuente en caso de plantas que se han movido desde el interior al exterior y puede indicar impacto de quemaduras solares. La decoloración será más pronunciada en las hojas más expuestas al sol. Para evitar las quemaduras solares, las plantas deben ser expuestas a la luz directa del sol poco a poco.

 

Si estamos hablando de áreas negras en las hojas, eso puede indicar daños provocados por heladas. Las hojas más expuestas se muestran más daño si las plantas han sido quemadas por una helada ligera.