La tela de arpillera es una tendencia actual en la decoración de la casa pero también podemos aprovecharnos de ella en el jardín. Los sacos de yute siempre se han usado en la agricultura tradicional para recoger y guardar distintos cultivos, patatas, alubias, garbanzos, lentejas, algarrobas y un largo etcétera. En el jardín podemos darles diversos usos tanto estéticos como prácticos y nos libraremos así, en gran medida, de las feas bolsas de plástico.
Con los sacos de yute podemos hacer magníficos, decorativos, y no menos prácticos, contenedores de cultivo tanto para hortalizas como para hierbas aromáticas y plantas ornamentales. Podemos usarlos directamente, rellenándolos con sustrato, o como maceteros para mejorar la estética de nuestras macetas. En ambos casos tendremos un elemento altamente decorativo tanto para interior como para exterior.
Pero los sacos de yute tienen otra faceta práctica que nos puede resultar muy útil en el jardín. Los podemos usar para recoger las hojas caídas de los árboles o las malas hierbas que hayamos recogido, el césped que hayamos cortado o cualquier otro residuo vegetal que genere nuestro jardín. Podemos dejar el saco con su contenido en un rincón del jardín y olvidarnos de él, con el tiempo se degradará y se convertirá en compost.
Es una forma muy sencilla de compostar sin tener incluso una pila de compostaje como tal. El yute es una fibra de origen vegetal que es biodegradable. Al ser todo materia orgánica, la degradación del saco y su contenido no generará malos olores. Podemos acelerar el proceso mojando un poco el o los sacos que hayamos llenado y tengamos ya colocados en su lugar.
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