Los esquejes son fragmentos de una planta que se separan de esta con la finalidad de obtener otra idéntica a la planta de la que procede. Existen muchos tipos de esquejes como son los esquejes de tallo con hojas, los de tallo sin hojas, los de hojas sin tallo y los de trozos de hojas.
Este método consiste en cortar un fragmento de la planta e introducirlo en un sustrato, para aumentar las posibilidades de éxito se le aplican hormonas de enraizamiento que favorecen la formación de raíces.
Para maximizar el éxito de nuestros esquejes tenemos que tener en cuenta las siguientes premisas:
- La planta de la que sacamos los esquejes se tienen que encontrar en parada vegetativa.
- Cuando colocamos el esqueje en un sustrato la temperatura de este debe de ser al menos de 2 grados centígrados por encima de la temperatura de la parte aérea, de esta manera lograremos que el metabolismo de la parte en la que queremos formar las raíces se encuentre activo mientras que en la parte aérea este mas lento, evitando el consumo de reservas.
- La planta tiene que estar en un entorno húmedo y en el que reciba poca radiación para que que las perdidas de agua por evapotranspiración sean las menores posibles.
Existen estructuras llamadas tunes de propagación que nos ayudaran a mantener la temperatura en las raíces y a lograr una humedad relativa alta, estas herramientas podemos comprarlas o también podemos lograr conseguir esas condiciones de manera casera.
Una manera de mantener esas condiciones de forma casera podría ser manteniendo el sustrato húmedo y rociando periódicamente agua con un aspersor, y si además colocamos un plástico oscuro sobre nuestros esquejes estaremos manteniendo la humedad alta y evitaremos la radiación solar.
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