El descubrimiento del cannabis medicinal

El descubrimiento del cannabis medicinal

La historia

El cannabis ha sido utilizado como medicamento durante más de 5.000 años. Gracias a la investigación científica, cada año se sabe más acerca de los muchos usos terapéuticos.

Existen indicios del uso del cannabis con fines curativos desde hace como mínimo 5.000 años. Gran parte de la Colección de The Hash Marihuana & Hemp Museum está compuesta de enseres medicinales antiguos que nos ofrecen una visión fascinante de la historia de la medicina y de la farmacología. También pueden encontrarse varios cuadros de boticarios atendiendo a clientes que se remontan al siglo XVI, cuando el cannabis era parte de cualquier botiquín médico. Aunque las fuertes cualidades psicoactivas de la planta no fueron conocidas por los europeos hasta el siglo XIX, las raíces y las hojas de la planta ya eran usadas con anterioridad, en cataplasmas para aliviar articulaciones inflamadas, agarrotadas o doloridas. 

El descubrimiento del cannabis medicinal

El descubrimiento de las aplicaciones medicinales del cannabis llegó, con casi total seguridad, por accidente. Uno de los usos más tempranos de la planta del cannabis por el ser humano fue el consumo de sus nutritivas semillas, que se desarrollan dentro de las flores polinizadas de la planta femenina del cannabis. Dichas flores, así como las pequeñas hojas que las rodean, están recubiertas de unas pequeñas glándulas resinosas que contienen cannabinoides, el componente activo medicinal de la planta.

Vista detallada de un cogollo de una planta femenina con diminutas glándulas de resina de THC que contienen cannabinoides

Probablemente nuestros antepasados no tardaron demasiado en darse cuenta de que esta abundante fuente de alimento tenía unos efectos secundarios inusuales, cuando parte de las flores era también consumida junto con las semillas. Tras el consumo accidental, se pasaría al uso con fines concretos y así se originó la primera expresión de la farmacología.

Aplicaciones modernas del cannabis como medicina

El interés por el cannabis como medicina está actualmente en aumento en muchas zonas del mundo. La Colección del Museo exhibe un envoltorio de un paquete de cannabis medicinal actual junto con los antiguos envases de antaño. Los envases modernos varían desde cigarrillos de cannabis en bolsas de plástico precintadas con un sello de farmacia estampado, a frascos de plástico blanco con la etiqueta “Cannabis Flos” con sus diferenciadoras tapas amarillas, tal y como se suministran bajo prescripción médica en Holanda. 

 

Bedrocan Cannabis Flos (una variedad basada en Jack Herer de Sensi Seeds)

La lista de aplicaciones medicinales para el cannabis crece año tras año. La siguiente sección cubre solo algunos de estos usos, todos ellos basados en estudios científicos reiterados.

Aunque compartimos plenamente el uso del cannabis con fines terapéuticos, la presente web no debe ser usada ni como herramienta de diagnóstico ni como una guía de tratamiento. Como con cualquier otro fármaco, si usted está afectado (o piensa que pudiera estarlo) por cualquiera de las siguientes dolencias o enfermedades, por favor consulte a un médico cualificado antes de automedicarse.

Glaucoma

El glaucoma es una enfermedad incurable que causa daños en el nervio óptico y puede llevar a una ceguera irreversible. Uno de los principales factores causantes es la presión intraocular, alta presión de los fluidos del glóbulo ocular. Se ha demostrado que el cannabis contribuye a disminuir la presión intraocular, reduciendo así el riesgo de daños al nervio óptico y frenando el avance del glaucoma. 

El glaucoma es tan común entre la población que se trata de la segunda causa de ceguera en los USA. Esta enfermedad puede ser tratada de manera fácil y efectiva con cannabis, ya sea fumado, ingerido o inhalado en forma de vapor. Aproximadamente la mitad de los pacientes con glaucoma no tolera bien los fármacos prescritos para su enfermedad y, en el caso concreto de las gotas, muchos pacientes no se las administran de manera adecuada ni con la frecuencia necesaria para que el tratamiento sea efectivo. 

Cáncer y tratamientos contra el SIDA

Aunque no constituye un tratamiento para el cáncer como tal, el cannabis se ha mostrado muy valioso para muchos pacientes de cáncer, ya que estimula el apetito y evita las nauseas, un efecto secundario muy común de la quimioterapia y la radioterapia. Esto resulta de vital importancia para mantener el peso corporal y la salud, dando al paciente mayores oportunidades para poder luchar contra el cáncer.

Lo mismo puede decirse de aquellos pacientes enfermos de SIDA, ya que muchos de los medicamentos para tratar la enfermedad causan también nauseas y pérdida de peso. Los antieméticos y medicinas estimuladoras del apetito tienen mayores efectos secundarios que el cannabis y se han mostrado inseguros en combinación con otros fármacos prescritos al paciente para su enfermedad. 

Artritis, reumatismo y afecciones inflamatorias

La osteoartritis y la artritis reumatoide causan inflamación, agarrotamiento y dolor en las articulaciones. Cuando es ingerido, el cannabis tiene propiedades antiinflamatorias y analgésicas (alivio del dolor sin pérdida de la conciencia). Estudios médicos han demostrado que el uso del cannabis reduce la inflamación y la rigidez matinal, incrementando la movilidad. Los fármacos prescritos a pacientes que sufren artritis con el mismo fin tienen a menudo efectos secundarios desagradables e incluso peligrosos, incluyendo úlceras, pérdida grave de peso corporal y problemas respiratorios.

 

https://hashmuseum.com/es/la-planta/cannabis-medicinal/la-historia

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