El desarrollo de la tecnología ha avanzado a tiempos muy veloces, mucho más rápidos que la capacidad del ambiente de poder reanudar su ciclo de vida. Incluso, en muchos casos, se ha hecho sin prestar la debida atención a los daños que podría ocasionar tal “avance”. Por eso, aunque aun se escuche con mucha frecuencia hablar de “progreso” (especialmente en relación a la tecnología) valdría preguntarse aun el “para qué”, el “para quién” y qué consecuencias conlleva.
Muchos de los aparatos que usamos todos los días (como el control remoto de la televisión o el aire acondicionado) aun llevan pilas. Según Greenpeace, las pilas contienen elementos químicos tóxicos; siendo en un 30%, peligrosas para la salud de las personas y el ambiente. El problema es que, al desecharse, sus elementos se oxidan y se derraman los tóxicos en el aire, el agua y el suelo; generando un grave impacto ambiental. Sin embargo, el paradigma está comenzando a cambiar. Y una vez más, la tecnología ha entendido que el “avance” debe ir de la mano de la responsabilidad.
En este caso, Andre Geim y sus colegas de la Universidad de Manchester (Reino Unido) han diseñado pilas que no necesitan recarga, ni necesitarán ser desechadas porque se alimentan del aire.
¿Cómo es esto? Las pilas creadas utilizan como fuente de energía el hidrógen. En lugar de obtenerlo a partir de combustibles fósiles, los investigadores utilizaron como materia prima el grafeno (un cristal de carbono) y nitrito de boro, y crearon una membrana muy fina que puede ser atravesada por los protones (los átomos de hidrógeno del aire desprovistos de sus electrones).
Estos científicos sostienen la posibilidad de separar el oxígeno del hidrógeno del ambiente húmedo y crear un generador eléctrico en forma de pila de combustible para crear energía del propio aire.
Con solo aplicar una pequeña corriente, estas pilas capturarán el gas del aire, lo quemarán y, de esta manera se generará una fuente de energía eléctrica limpia y prácticamente inagotable.
Según estudios, las películas de grafeno podrían usarse tanto para fabricar pilas de hidrógeno como para desarrollar membranas de separación impermeables que permitan, por ejemplo, filtrar cualquier líquido o desalinizar el agua del mar.
Sin duda, esto representa un avance y la posibilidad de seguir avanzando hacia un nuevo paradigma energético que apueste por alternativas más sustentables.
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