La mosca doméstica es un molesto insecto volador que se posa por todas partes dejando siempre rastros a su paso en forma de excrementos negros y pegajosos. Sobre todo en verano resultan muy molestas cuando queremos disfrutar de nuestro jardín, patio o terraza.
La hembra de la mosca es muy prolífica y cada 2-3 días hace sus puestas de entre 150-200 huevos siempre sobre materia orgánica en descomposición. Rápidamente surgen las larvas y al poco tiempo ya son moscas adultas, la vida media de las moscas es sólo de entre 15 y 20 días, pero en ese tiempo no pararán de buscar comida en todas partes y procesarla con su saliva.
Además de los medios habituales, mosquiteras, insecticidas químicos y matamoscas podemos hacer uso de algunos aliados vegetales para mantener un poco a raya a estos pesados e indiscretos insectos.
Colocar plantas de albahaca en las ventanas es un remedio tradicional de algunos países mediterráneos. El aroma de la albahaca no les gusta nada a las moscas y prefieren alejarse.
La lavanda tiene también uno de los aromas más desagradables para las moscas. Tanto las plantas de lavanda directamente como el aceite esencial de la misma nos pueden servir para ahuyentar a las moscas.
También podemos elaborar un preparado casero que podremos usar como cualquier producto matamoscas típico. Se trata de preparar un macerado de vinagre y menta durante diez días. Después lo colamos y rellenamos con él una botella con aerosol con la que podremos esparcir el preparado casero contra las moscas allá donde lo necesitemos.
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