Un equipo de investigadores ha realizado la prueba del cilindro y ha comprobado que la inteligencia animal no dependel del tamaño del cerebro
Cuervo con percha
Cuervo fotografiado en mazo de 2014 en una zona residencial al oeste de Japón. En el pico lleva una percha para su nido.
Los cuervos son tan inteligentes como los chimpancés, a pesar de que tienen cerebros más pequeños, "un hecho que indica que la densidad neuronal y la estructura cerebral, y no tanto el tamaño del cerebro, cumplen una función importante en lo que respecta a la inteligencia de las aves", informa la Universidad de Lund (Suecia) en un comunicado.
En 2014, un equipo de investigadores de la Universidad Duke (Estados Unidos), dirigido por Evan MacLean, publicó un estudio a gran escala sobre 36 especies diferentes de animales y concluyó que el nivel de rendimiento está supeditado al tamaño del cerebro y que los grandes simios son los más eficaces. "De las 36 especies analizadas, 29 eran mamíferos y, de estos, 23 eran primates. Sólo había siete pájaros", explican los autores del reciente estudio de la Universidad de Lund, dirigido por Can Kabadayi. "MacLean y sus compañeros de trabajo incluyeron dos especies de la familia de los córvidos, el Garrulus glandarius y el Aphelocoma californica, pero ningún miembro del género Corvus. Nosotros hemos analizado tres especies de cuervos del género Corvus: el cuervo grande (Corvus corax), el cuervo de Nueva Caledonia (Corvus moneduloides) y la grajilla occidental (Corvus monedula).
Los investigadores de la Universidad de Lund, junto con otros de la Universidad de Oxford y del Instituto Max Planck de Ornitología, han realizado la denominada prueba del cilindro: la comida se coloca en un tubo transparente con aberturas a ambos lados. El reto para el animal consiste en obtener la comida utilizando las aberturas laterales en vez de dirigirse a la misma directamente, pues el tubo es transparente. Para triunfar y conseguir la comida el animal tiene que percibir la dificultad y seguir una estrategia eficaz. "La inteligencia es difícil de medir, pero aspectos de la misma son el control inhibitorio y la habilidad de anular los impulsos animales y elegir un comportamiento más racional", expresa la Universidad de Lund en el comunicado.
Experimento con cuervos
Cuervos utilizados en la denominada prueba del cilindro: la comida se coloca en un tubo transparente con aberturas a ambos lados. El reto para el animal consiste en obtener la comida utilizando las aberturas laterales en vez de dirigirse a la misma directamente, pues el tubo es transparente.
Los investigadores primero entrenaron a los pájaros a conseguir el obsequio en un tubo opaco con un agujero en cada extremo. A continuación repitieron el mismo experimento con un tubo transparente. El impulso animal y natural hubiera consistido en dirigirse directamente al tubo nada más ver la comida. Sin embargo, todos los cuervos optaron por entrar por los laterales del tubo en cada uno de los intentos. "Los resultados de los cuervos y las grajillas occidentales se acercaron mucho al 100 por cien, comparables a los resultados de los bonobos y gorilas", asegura el comunicado.
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