Cuando las condiciones climáticas de tu lugar de residencia no te permiten gozar de una larga temporada de cultivo en exterior puedes complementarla con el cultivo de interior. Incluso aunque vivas en un apartamento o una casa pequeña, si dispones de una habitación o un rinconcito en cualquier estancia puedes montar esta instalación. Vamos a ver pues cómo preparar una instalación para cultivo de interior. Básicamente la puedes usar como semillero y así aprovechar mejor la temporada de cultivo en exterior pero también puedes cultivar algunos vegetales de especies de pequeño tamaño, lechugas por ejemplo.
Para montar esta instalación de cultivo en interior no necesitas mucho material, la mayor inversión se la llevará la lámpara pues el resto te lo puedes ir apañando con lo que tengas por casa.
Materiales:
- luminaria para cultivo interior
- temporizador programable
- semillas
- semilleros
- ganchos metálicos
- cadena metálica
Dependiendo del espacio con el que contemos elegiremos un tamaño de lámpara u otro, la que veis en este ejemplo se puede conseguir para 2,4,6 y 8 tubos fluorescentes. Su precio es bastante económico dentro de lo que valen este tipo de lámparas. Como vamos a tener luz artificial no precisamos que haya luz natural allí donde vamos a instalar nuestro pequeño invernadero.
Necesitaremos instalar unos ganchos metálicos, 4 concretamente, para colgar la lámpara del techo o de las vigas en nuestro caso. A continuación cortamos dos trozos de cadena y los enganchamos a los soportes de la lámpara y a los ganchos que acabamos de instalar.
En esta ocasión se optó por una luminaria de 6 tubos fluorescentes pues su anchura se acomoda bien al tamaño de las bandejas de siembra que se usan. Es necesario que la lámpara ilumine bien toda la superficie de la bandeja de cultivo. También es interesante poder regular la altura de la lámpara, para ello el uso de las cadenas va muy bien.
Los temporizadores para luces de cultivo nos permiten una amplia programación, desde el tiempo a la intensidad de la luz. Es una buena inversión que vale realmente la pena pues nos facilitará en gran medida el cultivo ya que no tendremos que estar pendientes de cuántas horas de luz llevan las plantas cada día ni de posibles olvidos o descuidos.
Ya sólo nos queda dar inicio a nuestros primeros cultivos. Rellenamos las bandejas con sustrato de calidad y colocamos unas pocas semillas en cada semillero.
Rotulamos para saber qué hemos cultivado en cada semillero. Es importante pues al principio cuando brotan las primeras hojas hay muchísimas plantas que se parecen. Así que cuantos más datos registremos mejor, sobre todo si cultivamos varias plantas diferentes en un mismo semillero.
Con una botella con spray o tipo biberón humedeceremos bien el sustrato. Es necesario mantener un buen grado de humedad en el sustrato durante el periodo de germinación.
Las bandejas de cultivo suelen ir dotadas con tapas transparentes. Si usamos otro soporte podemos cubrirlo con plástico o incluso introducir las macetas en bolsas de plástico. Ayudan mucho a mantener ese grado de humedad del que hablábamos.
La lámpara se puede subir cuando vamos a trabajar con las bandejas. Reponer agua cuando sea necesario aunque no debemos encharcar nunca el semillero. Al acabar bajaremos la lámpara de nuevo hasta una distancia de 20-30 cm según cultivos.
En poco tiempor veremos cómo las semillas germinan y aparecen las plántulas. Será cuestión de esperar un poco más, hasta que tengan varias hojas auténticas y las condiciones en el exterior sean las idóneas.
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