La lechuga es una de las hortalizas más fácil de cultivar en macetas, incluso aunque sean muy pequeñas.
Saludable y de producción continuada, esta crujiente ensalada verde tiene muchas cualidades que la convierten en una bendición para la salud.
Rica en agua, fibra, vitaminas y minerales como el calcio, magnesio, potasio y sodio, la lechuga es perfecta para aquellos que tienen problemas de tránsito intestinal y también contribuye al buen funcionamiento del sistema nervioso.
Casi todas las variedades de lechuga crecen bien en macetas. El contenedor debe tener agujeros de drenaje adecuados en la parte inferior y una profundidad de unos 15 cm de profundidad. Pueden ser de cualquier material, plástico, barro o arcilla, en los lugares de clima cálido es mejor usar los de barro pues resultan más frescos para las raíces. Podemos cultivar lechugas a partir de semillas o comprando las plántulas en un vivero, ésta última forma es la más rápida y que nos garantiza mayor éxito.
Si vamos a cultivar lechugas en verano hemos de buscarles un lugar fresco y sombreado ya que el calor excesivo hace que las hojas se endurezcan y puedan amargar. También depende de la variedad que cultivemos pues algunas toleran mejor que otras el calor.
Plantaremos nuestras lechugas con una separación de 10-15 cm si son pequeñas y 20 cm si se trata de lechugas de copo grande. Usaremos sustrato de calidad y si es posible lo enriqueceremos con materia orgánica, estiércol, compost, bien curados. El riego deberá ser suficiente para mantener la tierra húmeda pero en ningún momento encharcada.
Como la vida de la lechuga es corta, unas 8 semanas más o menos, con que fertilicemos un par de semanas antes de plantarlas será suficiente, en el caso que usemos fertilizante químico. Las plagas y enfermedades que pueden afectar a las lechugas son los típicos de las verduras de hoja, enfermedades fúngicas y bacterianas, así como plagas de orugas, escarabajos y similares.
El momento de la cosecha, si cortamos la lechuga entera, será cuando sus hojas midan 10-15 cm, si cosechamos por hojas tiernas podemos comenzar antes, cuando midan 5-6 cm. Si cortamos la lechuga entera debemos hacerlo 2-3 cm sobre el nivel del suelo para que pueda volver a brotar y tener así una nueva cosecha.
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