La Tierra es suficientemente rica, sabia y generosa para que todos sus habitantes podamos alimentarnos de lo que ella nos provee.
Sin embargo, muchos años de no hacer lo correcto en cuanto a su cuidado y protección han hecho que los recursos se estén agotando, los suelos se hayan dañado, y que muchas personas no tengan acceso a los alimentos incluso en regiones sumamente fértiles.
Tanto tiempo de mala administración de recursos tiene sus consecuencias y por eso ahora es necesario pensar en alternativas ingeniosas para algo tan sencillo como cultivar vegetales.
En este contexto, el estudio Forward Thinking Architecture diseñó unas islas solares flotantes que, con un diseño futurista que recuerda un poco a las películas de ciencia ficción, pueden ofrecer hasta 20 toneladas de alimentos por día.
Se trata de conjuntos de estructuras emplazados sobre el agua que almacenan energía solar y filtran el agua para que en ella puedan cultivarse vegetales de forma eficiente y en grandes cantidades.
Están especialmente ideadas para poder construirse en zonas de difícil acceso y en las que faltan alimentos. La idea es que los cultivos puedan desarrollarse en el lugar y comercializarse en forma local, ahorrando costos.
Una de las mayores ventajas es que las islas pueden construirse en cualquier parte del mundo y dar frutos aun en zonas no aptas para la agricultura. También podrían ser una fuente de trabajo, ya que se necesita de muchas personas para manipular el sistema de huerta flotante, para cosechar tantos alimentos al día y para volver a cultivar.
El sistema consta de varias capas de producción, y se prevé que a futuro pueda existir también una versión automatizada.
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