Regar es una tarea que parece sencilla en un principio y no lo es. Cada planta tendrá sus necesidades de agua y conocerlas requiere de mucha observación y de haber cometido muchos errores.
Mantener un jardín con sus necesidades justas de agua necesitará dedicación y esfuerzo, no se trata de llegar con la manguera y empezar a echar agua a diestro y siniestro.
Una de las claves para dar agua a nuestras plantas es no descuidar el riego durante el primer año de vida, pues las raíces con superficiales y la especie seguramente no esté adaptada a nuestro jardín, con lo que en este periodo hay que tener mucho cuidado con dar a nuestras plantas todo el agua que necesiten.
Igual de importante es el momento de regar, hazlo por la mañana al amanecer o por la tarde cuando empieza a esconderse el sol. No lo hagas nunca a mediodía cuando pega más fuerte. Si las plantas están a pleno sol, riégalas un poco más de lo normal para que no se evapore su agua y a las flores evita mojarlas, pues durarán menos.
Recuerda que con el riego siempre es mejor quedarse corto que pasarse.
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