Desde hace un par de años está en boga cierta tendencia entre fumadores de marihuana, de complementar su dosis con un rico mango. No se trata sólo de un poco de estilo y gourmet para sus munchies –frescura psicotropical– sino que parece ser una forma nootrópica de aumentar la calidad del viaje cannábico.
Hace unos días el sitio Alternet reportó sobre esta tendencia, intentando explicar si tiene algún sustento (o es sólo un viaje de dulce delirio).
Al parecer la sinergía podría estar en que la marihuana contiene más terpenos de mircenos que cualquier otro terpeno (las moléculas responsables del high del THC y sus vaivenes). El mango contiene gran cantidad de mircenos, lo cual podría elevar un poco la acción de una cepa de cannabis. Los mircenos permiten que el THC supere la barrera sanguínea del cerebro más rápido –en promedio, tarda siete segundos en llegar al cerebro después de una bocanada. El mango podría acelerar esta reacción, dotando de una sensación de casi inmediatez. Sin embargo, es necesario calibrar el tiempo previo en el que se ingiere el mango, ya que puede afectar la digestión en un metabolismo lento y no producir los efectos deseados.
Para sentir el efecto puro de los terpenos se recomienda respirar hondo un par de veces e inhalar el aroma de la planta antes de fumarla. Esto en general es una buena práctica alimenticia o psicoactiva –recibir el viento esencial de la sustancia.
Otras plantas que contienen mircenos son el tomillo, el lúpulo y el perejil. Así que tal vez puedas también incluir estas plantas como condimentos en tus banquetes previos a despegar, aunque no suenan tan atractivas como el mango. Pronto seguramente veremos, en la floreciente industria del cannabis en Estados Unidos, comestibles de marihuana mango. Psicodelicatessen.
Fuente: https://pijamasurf.com/
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