Pinturas, desinfectantes, ambientadores, aerosoles, ropa lavada al seco, computadoras, impresoras y hasta muebles. ¿Quién no tiene algún elemento de esta lista en casa?
Según la Agencia de Protección Medioambiental de Estados Unidos, hay miles de productos de uso diario que son fuente de Compuestos Orgánicos Volátiles (COV), o en otras palabras, fuente de gases altamente tóxicos que estimulan la aparición de asma, alergias y mareos espontáneos.
Sin embargo, un reciente estudio de la Universidad Estatal de Nueva York concluye que ciertas plantas caseras muy sencillas de conseguir y de cuidar pueden mejorar de forma sorprendente la calidad del aire que respiramos.
Baratas y fáciles de encontrar
La idea floreció el día que el profesor de química Vadoud Niri acompañó a su esposa a un salón de belleza y terminó huyendo despavorido.
"No pude soportar el ambiente. Uno podía oler los compuestos orgánicos volátiles", señaló en una entrevista con el diario estadounidense Washington Post.
Te sorprenderían la cantidad de elementos contaminantes que uno puede encontrar dentro de casa. Incluso más que en la calle.
Desde entonces, Niri se dedicó a investigar mecanismos baratos para limpiar el aire en espacios cerrados que pudieran reemplazar la costosa instalación de filtros y sistemas de ventilación.
La iniciativa apunta hacia una amenaza contra la salud tan grave como desconocida: la Agencia de Protección Medioambiental de Estados Unidos advierte que los niveles de COV en casa pueden ser diez veces más altos que en la calle.
A inicios de septiembre de 2016, la Universidad Estatal de Nueva York presentó los sorprendentes resultados del estudio de Niri -realizado en ambientes recreados en laboratorio- ante la reunión anual de la Sociedad de Química Estadounidense.
Una planta como la bromelia, por ejemplo, muy común en toda América Latina, puede limpiar hasta un 80 por ciento de seis químicos distintos en un espacio reducido.
Y como ella hay otras variedades igual de sorprendentes.
Las bromelias (de la familia de las Bromeliaceae), son tan fáciles de cultivar que a veces crecen por cuenta propia sobre piedras y en troncos secos.
Los mejores "filtros naturales"
Los troncos gruesos y las hojas alargadas de la bromelia, que a veces despuntan colores rojizos, son usuales en la región, como también lo es el llamado "bambú de la suerte".
Esta planta pertenece al género de las Dracaena y demostró la increíble propiedad de limpiar el aire de los restos de acetona hasta en un 94 por ciento y en menos de 12 horas.
El género de las Dracaena incluye al menos 40 variedades de arbustos. Aunque la mayoría son originales de África, su uso está extendido en Latinoamérica.
Pero si de velocidad se trata, la medalla de oro de las plantas la tiene la conocida popularmente como araña, cinta, malamadre o lazo de amor.
Desde el primer minuto en que fue colocada en un espacio altamente contaminado, los niveles de COV comenzaron a descender.
El de Niri es el primer estudio que mide de manera comparativa la eficiencia de diversas plantas y el ritmo con el que filtran varios compuestos químicos a la vez.
Araña (Chlorophytum comosum). Cultivada en interiores necesita luz media, en sombra pueden llegar a perder la banda blanca que la caracteriza.
Esta investigación se suma a la realizada por la NASA en la década de 1980, que identificó otras plantas con alta capacidad para purificar el aire.
Entre ellas está el espatifilo, también conocido como flor de la paz, vela del viento o flor de muerto (Spathiphyllum sp.) que puede sobrevivir con poca luz y agua.
Son plantas longevas. Su flor, en realidad, es una hoja que envuelve a las semillas.
Espatifilo (Spathiphyllum sp.). Crece en temperaturas superiores a los 18ºC. Se recomienda mantenerla lejos de las corrientes de aire.
A ella se suma la lengua de suegra, lengua de tigre, sansevierias o espada de San Jorge (Sansevieria trifasciata).
Esta planta es muy utilizada en la decoración de interiores y tiene la ventaja de sobrevivir incluso con cuidados y atención mínima.
Lengua de suegra (Sansevieria trifasciata). Si se la cultiva en exteriores puede aguantar temperaturas muy altas (incluso de 40ºC) y también muy bajas (-5ºC).
Y finalmente, el potus (Epipremnum aureum) que es muy popular y fácil de conseguir.
Su resistencia la hace la favorita de oficinas y centros comerciales.
Potus (Epipremnum aureum). Se adapta fácilmente a temperaturas de entre 17º y 30ºC. Sólo hay que regarla cuando notamos que la tierra está seca.
El siguiente paso para el profesor Vadoud Niri es el de probar cada una de las variedades en ambientes reales y determinar si la eficiencia de las plantas resulta la misma.
Entonces, aunque puede ser exagerado convertir nuestros escritorios y salas en pequeñas selvas, no está de más poner algunas de estas plantas en nuestras vidas.
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