Gigantescos pilares que denotan al mismo tiempo destrucción y creación.
Estas nuevas observaciones de enormes estructuras en el interior de la nebulosa de Carina fueron obtenidas con un instrumento instalado en el VLT, Very Large Telescope o Telescopio Muy Grande, el observatorio astronómico europeo de luz visible más avanzado del mundo que se encuentra en Cerro Paranal, en el Desierto de Atacama en Chile.
A diferencia de los célebres Pilares de la Creación en la nebulosa del Águila, una de las imágenes más icónicas del universo, las estructuras que vemos en estas fotos podrían llamarse Pilares de la Destrucción, según el Observatorio Espacial Europeo, ESO por sus siglas en inglés.
Las torres y pilares que pueden verse en las nuevas imágenes de la nebulosa de Carina son inmensas nubes de polvo y gas dentro de un centro de formación de estrellas que se encuentra, aproximadamente, a 7.500 años luz de distancia.
Y lo que vemos es nada menos que la colorida nebulosa de Carina "devastada por brillantes estrellas cercanas", de acuerdo a los científicos de ESO.
Miles de imágenes a la vez
El VLT es un conjunto cuatro telescopios y múltiples instrumentos, entre ellos el MUSE, Multi Unit Spectroscopic Explorer, un explorador espectroscópico que permitió obtener estas espectaculares imágenes.
Región R18 en la nebulosa de Carina. Las torres y pilares son inmensas nubes de polvo y gas.
MUSE provee espectros simultáneos de numerosas zonas adyacentes en el cielo.
La característica que hace de MUSE un instrumento tan potente es su capacidad para crear miles de imágenes de la nebulosa a la vez, cada una en una longitud de onda de la luz diferente.
Y esto permite a los astrónomos trazar las propiedades químicas y físicas del material en diferentes puntos de la nebulosa, explicó ESO.
"Giro irónico"
En total, se han observado diez pilares y se ha detectado un vínculo claro entre la radiación emitida por estrellas masivas cercanas y las características de los pilares.
Región R44 en la nebulosa de Carina. Una de las primeras consecuencias de la formación de una estrella masiva es que comienza a destruir la nube en la que nació.
En lo que ESO describe como un "giro irónico", una de las primeras consecuencias de la formación de una estrella masiva es que comienza a destruir la nube en la que nació.
"La idea de que las estrellas masivas tienen un efecto considerable en su entorno no es nueva: se sabe que estas estrellas lanzan cantidades enormes de potente radiación ionizante (emisión con la suficiente energía como para arrancar electrones de los átomos). Sin embargo, es muy difícil obtener evidencia observacional de la interacción entre estas estrellas y su entorno".
Estrellas que destruyen a sus creadores
El equipo de ESO analizó el efecto de esta radiación energética en los pilares: un proceso conocido como fotoevaporación, cuando el gas es ionizado y luego se dispersa, alejándose.
Observando los resultados de la fotoevaporación -que incluyó la pérdida de masa de los pilares- fueron capaces de descubrir a los culpables. "Había una clara correlación entre la cantidad de radiación ionizante emitida por las estrellas cercanas y la disipación de los pilares".
"Esto podría parecer una calamidad cósmica, con estrellas masivas destruyendo a sus propios creadores", señaló ESO.
Hay una clara correlación entre la cantidad de radiación ionizante emitida por las estrellas cercanas y la disipación de los pilares.
La ESO señala que "esto podría parecer una calamidad cósmica, con estrellas masivas destruyendo a sus propios creadores".
"Sin embargo, aún no se comprende bien la complejidad de los mecanismos de retroalimentación entre las estrellas y los pilares".
Estos pilares pueden parecer densos, pero las nubes de polvo y gas que componen las nebulosas son realmente muy difusas.
Pilares de la Creación. La imagen de cunas de estrellas en la Nebulosa del Águila obtenida por Telescopio Espacial Hubble es una de las más icónicas del universo.
Es posible que la radiación y los vientos estelares de las estrellas masivas en realidad ayuden a crear puntos más densos dentro de los pilares que luego puedan acabar formando estrellas, según el equipo que analizó las observaciones, dirigido por Anna McLeod, estudiante de doctorado de ESO.
Para el Obervatorio Espacial Europeo, "estas impresionantes estructuras celestes tienen mucho más que contarnos, y MUSE es un instrumento ideal con el que poder demostrarlo".
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