Esta planta anual es originaria de América donde crece todavía silvestre en las zonas de clima templado de Norteamérica. Aunque se introdujo en Europa para cultivo ornamental en el siglo XVIII últimamente está un poco olvidada. No estará mal que la recuperemos pues reúne buenas virtudes para su cultivo en nuestro jardín, sobre todo en las zonas de clima seco.
Su peculiar follaje es muy denso a pesar de su finura y aspecto filiforme con lo cual ofrece una buena cobertura del suelo. Alcanza una altura entre 60 y 120 cm y su floración es colorida y bella. Recuerdan sus flores a las de la margarita pues ambas pertenecen a la misma familia. Las flores sonlilas, rosadas, blancas o rojas, con el centro amarillo. La floración es prolongada.
La cultivaremos en un lugar donde tenga buena exposición al sol y el suelo debe ser franco, suelto y bien drenado. Se adapta bien a suelos pobres y alcalinos. Es una planta resistente a la sequía y muy resistente frente al ataque de enfermedades y plagas.
Aunque es una planta anual no es extraño que si la cultivamos un año al siguiente vuelva a crecer por sí misma gracias a la autosiembra de sus semillas.
Aunque la floración no es de gran densidad el tamaño de las flores, 10 cm de diámetro, las hace muy vistosas sobre todo por el contraste sobre el follaje filiforme de la planta. Una magnífica planta para usar en canteros, jardineras y en solitario.
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