Has tenido una buena cosecha de cebollas y quieres guardar para el invierno pero no sabes qué método es el mejor para ello. Pues aquí te vamos a enseñar un sistema tradicional que seguramente habrás visto en más de una ocasión. Es como siempre se han guardado los ajos por ejemplo, en ristras para colgar. También hay tomates, melones y otros productos de la huerta que tradicionalmente se han guardado así.
A parte de lo decorativo del sistema, que lo es sin duda alguna, también y principalmente es muy efectivo. El motivo es que las cebollas así colgadas tienen la mejor circulación de aire posible a su alrededor. Además no descansan unas sobre otras como cuando las dejamos en una caja o recipiente similar con todo lo que esa presión conlleva. Y aunque las coloquemos sólo en una capa, sin amontonarlas, a veces basta con su propio peso y un poco de humedad para que se pudran.
Para tener éxito con esta técnica es fundamental escoger el mejor momento para trenzar los tallos. Primero dejaremos secar las cebollas, con los tallos incluidos, en un lugar seco y aireado. Cuando los tallos estén secos y antes de que se tornen excesivamente quebradizos será el mejor momento para hacer estas trenzas de cebollas. Limpiaremos las cebollas para quitarles la tierra con la mano o un trapo seco, no debemos mojarlas de ninguna manera. Dejamos unos 15 cm de tallo y el resto lo rompemos con la manos o cortamos con unas tijeras o cuchillo. Preparamos un trozo de cuerda o cordel doblando por la mitad como se ve en la imagen.
La primera cebolla tal vez sea la más difícil. Pasaremos el tallo entre los dos trozos de cuerda primero hacia abajo y después enrollándolo por cada parte del hilo. Lo importante es que la cebolla se mantenga en su lugar por sí misma. Después las demás cebollas colocadas encima harán que por su propio peso mantengan los tallos en su lugar. Si las cebollas se han secado correctamente, ni mucho ni poco, los tallos se mantendrán fácilmente en su lugar.
Seguimos con la siguiente cebolla, ésta la colocaremos de espaldas a la primera y haremos lo mismo con el tallo. Es decir lo enrollaremos alrededor de uno y otro lado del cordel. Es conveniente que las cebollas de cada ristra sean de un tamaño similar para que el peso se reparta de una forma simétrica. Además nos quedarán unas ristras mucho más bonitas.
Continuamos colocando cebollas en nuestra ristra. Las siguientes dos las colocaremos mirando hacia los lados, derecha e izquierda de las que hemos colocado anteriormente. Es la mejor forma de repartir el peso y conseguir una ristra de cebollas bien equilibrada. No lo hemos dicho antes pero lo hacemos ahora. El cordel debe ser fuerte pues al final la ristra de cebollas pesará varios kilos y tampoco es conveniente hacerlas demasiado grandes por este mismo motivo. También tendremos en cuenta este factor a la hora de colgar nuestras ristras en su lugar definitivo, necesitarán una buena fijación. Una vez tengas las ristras de cebollas preparadas sólo tienes que colgarlas en un lugar seco, fresco y bien aireado. Te pueden durar, en condiciones ideales, hasta la próxima temporada.
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