Decimos hierbas aromáticas pero en realidad nos estamos refiriendo a especies muy diferentes que sólo tienen en común el aroma que desprenden. Factor que suele aprovecharse en la cocina, para preparar bebidas o cremas y jabones. En realidad cuando hablamos de hierbas aromáticas nos estamos refiriendo tanto a plantas herbáceas como a arbustos e incluso árboles.
Podemos pensar que las hierbas aromáticas, las herbáceas en sentido estricto, no necesitan poda. En realidad es así pero si la practicamos obtendremos una vida más larga de nuestras plantas y por tanto un mejor aprovechamiento. Básicamente en este sentido se funden tanto la poda como el pinzamiento de los brotes. En definitiva lo que pretendemos es que la planta no florezca, o tarde cuanto más mejor en hacerlo, ni permitir que sus tallos crezcan demasiado alto. Buscamos una buena producción de hoja que es en definitva lo que vamos a aprovechar.
Bien, el primer paso será identificar los tallos que vamos a cortar. En el caso de las plantas herbáceas como vemos aquí en esta albahaca se tratará de cortar los tallos florales. Queremos que la planta concentre sus energías en la formación de hojas y que no la desvíe en lo que le indica la genética que es florecer, germinar y producir semillas para perpetuarse. Las herbáceas necesitan más atención, sobre todo en primavera y verano. Las semileñosas y leñosas no necesitarán tanta atención pero también será necesario podarlas al menos una vez al año como es el caso del romero, el tomillo o el laurel.
Podar significa cortar y cualquier corte es una herida que estamos infligiendo a nuestra planta. Las heridas son puertas de entrada para microorganismos que pueden enfermar a nuestras plantas. Hemos de ser limpios y cuidadosos para que ello no ocurra. Las tijeras o cualquier otra herramienta de corte que usemos deben estar bien afiladas y desinfectadas para evitar esas posibles complicaciones no deseadas.
Cortaremos el tallo florido justo por encima de una bifurcación. Así estaremos propiciando que la planta promueva el crecimiento de los tallos y por ende de más hojas que es lo que nos interesa. Al principio puede resultarnos chocante o al menos un poco triste tener que cortar nuestras plantas favoritas pero al cabo de unos días o semanas veremos qué bien le has sentado la poda. En el caso de la albahaca por ejemplo es espectacular el cambio, en poco tiempo veremos cómo la planta produce mayor cantidad de hoja.
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