El aguacate o palta es la cuarta fruta tropical más vendida del mundo. Además de ser deliciosa y tener gran cantidad de beneficios, también puede ser utilizada para otros fines cosméticos, y ahora también, como combustible.
Un estudio realizado por Investigadores de la Universidad de Córdoba (UCO), junto con otros de Ingeniería Rural de la Universidad de Almería (ambas en España) ha comprobado que los huesos del aguacate pueden ser una fuente de energía térmica con una calidad superior a la cáscara de almendra y al hueso de aceituna, que se usan actualmente como fuentes de biomasa.
Los resultados fueron publicados en la revista Fuel y demuestran que el hueso del aguacate tiene un valor medio de poder calorífico de 19.145 megajulios por kilogramo.
“Esto le otorga unas propiedades óptimas como fuente de energía térmica equiparable a otros biocombustibles comercializados actualmente”, señala Alberto J. Perea Moreno, investigador del grupo de Nuevas tecnologías aplicadas a la Agricultura y Medioambiente de la UCO.
Éste sería el primer estudio que considera las posibilidades energéticas de este fruto, donde se han analizado "los parámetros energéticos relativos al poder calorífico, el parámetro físico humedad que influye en el poder calorífico, parámetros químicos que afectan a la corrosión de las calderas, las grasas relacionadas con la contaminación, y las cenizas que expulsan durante la combustión".
Además, dentro de sus ventajas se encuentra que resulta fácil de obtener y que no requiere la tala de árboles.
En la investigación se usaron huesos de aguacate o palta desechados en el proceso de elaboración del guacamole de tres fábricas ubicadas en la zona de Vélez, Málaga.
Por eso, como resalta además Perea Moreno: “Con esta investigación estamos poniendo en valor un producto de desecho como es el hueso del aguacate al mismo tiempo que añadimos una nueva energía limpia como combustible”.
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